
Mientras se acerca a grandes pasos la crisis mas dura desde los tiempos de la guerra civil, España parece interesada en ocuparse de otras cosas. La crisis española no es solamente económica. Naturalmente los últimos meses han puesto a dura prueba al sistema español y el punto de inflexión más bajo esta aún lejos de ser alcanzado. El verdadero problema es que España ha dejado de ser España y se ha alejado de su destino de nación y, como tal, ha comenzado una lenta e inexorable declinación. En este sentido una nación que se aleja de su destino es una nación que esta destinada antes o después a sucumbir o peor aun corromperse desde adentro. Aquello que ha sucede a España es que ha perdido su misión educadora: por siglos ha sido la vanguardia occidental en América y cuña de pensadores y filósofos. Dejando de lado la dicha leyenda legra, la misión de España en América fue una misión de educación. Que después singulares personajes y capitanes de aventuras hallan saqueado y dejado rastros de sangre tras de si es un discurso aparte. La idea de base de los reyes españoles se encarnó en las misiones jesuíticas con los indios guaranies, en aquellas misiones esta representado todo el destino de la nación España.
Los últimos anos de crecimiento exponencial por parte de España han ilusionado los partidarios del modernismo. La apertura de los mercados, a los créditos y al liberalismo terminal hizo crecer a España como ningún país del espacio económico europeo, marcando casi un 4% de crecimiento anual entre el 1998 y el 2007, en contra de la media del 2% de la UE. Sobre todo el mercado inmobiliario era el remolque de la economía creciente. Mientras la economía iba a velas desplegadas, el gobierno Zapatero legalizaba el matrimonio entre personas del mismo sexo, el aborto libre y los divorcios express, poniendo siempre más a la Iglesia como una organización no gobernativa entre otras. Era el triunfo del modernismo, millones de inmigrantes entraban en España para ganar lo que en su propio país hubiera sido imposible en una vida entera, la sociedad era feliz de su liberalidad y de la vanguardia modernista. Naturalmente no faltaba la preocupación de los más indefensos, como la extensión de los derechos humanos hacia los chimpancés y los monos, a través del proyecto “Gran Simios”. El diputado socialista Francisco Garrido defendió la legitimidad de la ley diciendo: es típico de personas de buenas familias estar orgullosos de los propios orígenes. (1)
Aquellos que se mostraban preocupados por el anómalo crecimiento económico y por el cambio de las costumbres eran etiquetados como “profetas de desventura”. Inversiones, créditos, cuotas, trabajo, hipoteca al 100% y hasta al 120% del precio de la casa aparecían en las vidrieras de la mayoría de entidades financieras del país. Al lado de esto, una buena ley sobre la memoria, rechazaba al Franquismo como el mal absoluto, poniendo una lápida sobre la conciencia de un pasado compartido, abriendo de nuevo una herida nunca verdaderamente cicatrizada a golpes de machete. Zapatero después de haber agitado los brazos con la BCE para que esta cortara las tasas de interés definiendo criminal la política monetaria de la banca central se encuentra hoy con una tasa de interés del 1% y los bancos que aun ofrecen tasas al 6% y que tampoco entre ellos confían en prestarse dinero. Los datos sobre las perdidas reales del sistema bancario español están aun para descifrar, mientras aumentan los retrasos y las suspensiones de pagos mensuales de las hipotecas a causa del paro y del creciente desempleo (2). Después de una corta flexión el paro se esta acercando al 20% y el número de los desempleados a 4 millones y medio: en un año hasta hoy han sido destruidos 620 mil puestos de trabajo (3). Escenarios de recesión decenal se acercan en el panorama español, incapaz de salir del mecanismo impuesto por la banca central de introducir mayor liquidez en el mercado, regalando de esta manera dinero a los bancos que lo atesoran para tapar los agujeros de los derivados tóxicos.
En un escenario así un país tendría que encontrar su propia independencia y soberanía económica, llamar a la población al sacrificio, nacionalizar los bancos con un golpe de mano, prohibir el crédito fraccional, utilizar préstamos estatales a empresarios y comerciantes en dificultad. Tendría en concreto que reducir el particularismo y los empujes regionales y salir juntos de la crisis. Llamar a los valores del sacrificio, de la solidaridad y del socorro mutuo.
Por esto se ha decidido ir a delante con un proyecto de ley con un nombre muy expresivo: “Ley de libertad religiosa”(4). Se prepara la eliminación de cada símbolo religioso, o sea el crucifijo en cada lugar público para no tocar la sensibilidad de quien no cree.
Es el políticamente correcto al poder: con estas bases la caída será muy dolorosa.
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1)http://www.proyectogransimio.org
2)http://www.elmundo.es/elmundo/2009/09/09/suvivienda/1252507347.html
3)http://www.cotizalia.com/cache/2009/09/11/noticias_55_destruiran_doble_empleos.html
4)http://www.diariocritico.com/2009/Agosto/andalucia/169705/velo-cruz-junta.html
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